Werner Mauss in der Internationalen Presse  

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Artículo del semanal "Focus", número 46/97 de Josef Hufelschulte

Affaire - La pareja de agentes Mauss devuelve el golpe

El complot de Colombia

 

La información de este artículo se basa en las noticias conocidas al momento de la publicación.

El 20 de mayo de 1998 el matrimonio Mauss fue declarado juridicamente libre de todo cargo por la justicia colombiana.

Después de 18 meses de investigaciones realizadas por el Fiscal General de la Nación y el Procurador General- Fiscal entre otros, contra la criminalidad de autoridades - fue constatado judicialmente, que el matrimonio Mauss en ningún momento infrigió contra la leyes nacionales durante sus misiónes o sea su primera estancia desde 1984 en Colombia.

Según el veredicto fue ilegal la detención y los 9 meses de prisión preventiva a partir de noviembre del 1996, las cuales como se constató, se basaron en las intrigas de la empresa Control Risks y de las autoridades policiales colombianas - Gaula Medellín - . Ellos manipularon a detenidos, obligándolos hacer declaraciones falsas en contra del matrimonio Mauss. Estas pruebas falsas fueron después rectificadas y declaradas ilegal. Ver parte del veredicto. [enlace]

Desde 1995 hasta la detención en 1996 el matrimonio Mauss llevaba a cabo una misión de paz con el consentimiento de la cancillería alemana.
Tal como lo confirmó el gobierno alemán en una declaración gubernamental a comienzos del 1997, que junto con una nota verbal (Nota No.: 022/97) del 25 de enero de 1997, fué entregada por medio del Embajador Alemán en Bogotá al gobierno colombiano, al Fiscal General de la Nación y al Fiscal General de Antioquia.

Ver en este contexto también el ecrito del anterior Ministro del Estado de la Cancillería Federál, Sr. Bernd Schmidbauer, MdB, dirigida a un gobierno occidental del 22 de mayo 2001[enlace]
así como:
la Carta de reconocimiento dirigida al Señor Werner Mauss del 22 de noviembre del 2005, escrita por el Presidente de Colombia, Ernesto Samper, quién ejercía en aquel entonces.
[enlace]


 

 



La pareja de agentes Mauss devuelve el golpe y reprocha a los periodistas "criminalidad de prensa"
 
El segundo reloj en su muñeca no es para presumir. Cada vez que echa un vistazo a la esfera - las manecillas están adelantadas seis horas a la hora alemana - Ida Mauss está en pensamiento en casa con sus tres hijos. Los chicos, de seis, diez y catorce años, esperan con ansiedad el regreso de sus padres de Colombia.

El feliz reencuentro familiar está, tras meses de dura separación, al alcance de la vista: el proceso contra el agente privado envuelto en escándalos Werner Mauss de 57 años y su mujer Ida el 16 de noviembre de 1996, detenidos por apoyo al grupo guerrillero ELN y complicidad en secuestro, está a punto de llegar al sobreseimiento.

Sin embargo, queda un fuerte sabor amargo: el dúo Mauss se considera víctima de una tropa de intrigantes - a la cabeza, "Der Spiegel" y su ex reportero Hans Leyendecker, actualmente redactor jefe de política del diario "Süddeutschen Zeitung".

Ida Mauss le canta las cuarenta a su amigo, el "querido Hans", en una carta abierta. Él sería causa determinante de su larga estancia en la cárcel.

La pareja de agentes, puesta en libertad bajo condición desde julio, sufre las consecuencias de su arresto. Ida Mauss nunca olvidará como tuvo que vivir miserablemente durante casi nueve meses en una celda de 1,60 x 1,80 metros, rodeada de 130 asesinas y envenenadoras. Recuerdos espantosos de una soledad inacabable, de la tortura sistemática de despertarla sin motivos.

Esta vivaz italiana de 37 años ha desahogado ahora su rabia. En una carta abierta al ex reportero del "Spiegel", Hans Leyendecker, se lamenta de la "criminalidad de prensa" de la revista hamburguesa. Varios artículos, y en especial un documental emitido por "Spiegel TV", sostiene ella, "irritaron a las autoridades colombianas y por ello, nuestra estancia en prisión fue alargada considerablemente".

Los antecedentes de esta historia: en Noviembre de 1995 el reporter Leyendecker, junto con varios compañeros, acompaña al matrimonio Mauss durante la liberación de dos ingenieros italianos en cautiverio del ELN. "Todo fue filmado", escribe Ida Mauss. "En vez de consolarlos, los liberados fueron arrastrados frente a la cámara sin piedad".

Antes de comenzar el reportaje quedó pactado por contrato: que la participación de los Mauss en la liberación quedaría en el más estricto anonimato, no se podrían mostrar nunca imágenes o tomas del matrimonio Mauss bajo pena de "una multa convencional de 50.000 marcos por infracción". Sin embargo, cuando el dúo de agentes es detenido en Medellín un año después, en noviembre de 1996, el "Spiegel" y "Spiegel TV" informó al poco tiempo del viaje conspirador de los Mauss a la selva.

La consecuencia: las fotos y tomas de Werner e Ida Mauss, entre otras las que mostraban el cordial recibimiento de los combatientes del ELN, fueron calificadas por la fiscalía como prueba clara de su camaradería con la guerrilla. De repente, se encontraron frente a una posible condena de 60 años.

Ida Mauss acusó personalmente a su amigo Leyendecker de haber vendido a ella y su marido por "un puñado de dólares", a pesar de su palabra de honor. Con las publicaciones, afirma, quisieron "liquidarnos", a mí y mi marido, física, síquica y moralmente.

Cita textual: "Tú, querido Hans, viste la oportunidad de tu vida y vendiste la película del campamento guerrillero a escala mundial y realizaste un montaje de una forma que nos criminalizaba, presentándonos al espectador como si fueramos los protagonistas".

Ida Mauss no ha olvidado la forma en que se comportó el "querido Hans" en Colombia. Cuando los del ELN te pidieron una aportación de la cultura alemana, así cuenta en su carta de queja, "tú, frente a más de 100 guerrilleros, cantaste la Internacional Comunista. En este contexto, recuerdo aún perfectamente tus palabras - pensamiento de izquierdas y vida de derechas". Hans Leyendecker rechazó el pasado viernes la protesta de Mauss con una corta toma de posición: "No fue mi decisión ni era de mi competencia el traer estas imágenes".

El redactor jefe del "Spiegel", Stefan Aust, apoya la historia: "Después que Mauss fue detenido y fue conocido su papel en este asunto de secuestro, hubiera sido poco responsable desde el punto de vista periodístico no publicar lo que sabíamos".

El abogado de Mauss, Egbert Wenzel, indignado por "el abandono de la protección del informante", desea regular el affaire a su manera: piensa demandar a "Spiegel" por daños y perjuicios. Se trata de millones.

La amargura por la oleada de publicaciones de la revista hamburgesa es tal que al matrimonio Mauss apenas le interesa las investigaciones de las últimas semanas. La mediación en la liberación de la secuestrada, Brigitte Schöne, mujer de un manager alemán (FOCUS 48, 50/1996) es considerada por observadores in situ como una bagatela. "El acta será cerrada en breve", dice un alto funcionario de la justicia en Bogotá, "el tema está agotado".

El matrimonio Mauss habla hoy de una trampa: La compañía londinense especializada en la liberación lucrativa de rehenes, Control Risks, parece haber instigado a la brigada antiterrorista del gobierno contra la molesta competencia de Alemania.

Además de los británicos y los periodistas alemanes, en esta alianza de conspiradores se encuentra también, según la pareja de agentes, políticos intransigentes en Bogotá que querían entorpecer las negociaciones de paz, impulsadas por Mauss, entre el gobierno colombiano y el ejército clandestino ELN. Con éxito: la firma de un armisticio, peparado concienzudamente en diciembre de 1996 y planificado bajo el auspicio de la cancillería en Bonn, fracasa.

Pero Werner Mauss, aparentemente no doblegado por el severo régimen de incomunicación en el ala de alta seguridad en Itagui, aún no da por finalizado su sueño. Inmediatamente después del cese de las investigaciones, así lo anuncian sus abogados de antemano, el hombre para ciertos casos y la intrépida Ida quieren seguir esforzándose en la reconciliación entre el gobierno y el ejército clandestino.

Se necesita un especialista con urgencia. "Colombia ya ha tenido demasiados de estos terribles derramamientos de sangre. La gente está hambrienta de paz", dice Carlos Villamil Chaux, quien viajó el pasado año a Bonn en una misión secreta del gobierno. El confidente del presidente de la república, Ernesto Samper, y anterior cónsul en Berlín está seguro: "La guerrilla aún tiene el deseo de lograr la paz. Y como mediador adecuado, en quien poder confiar plenamente, quieren por deseo expreso al gobierno alemán".

Sin embargo, negativa de Bonn - nadie quiere ser reprendido en los medios de comunicación por una nueva aventura colombiana. "Tenemos otras prioridades en nuestra política exterior", manifiesta un alto cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores.

El comando central de la guerrilla, no obstante, confía en los viejos contactos en Bonn. El ministro y coordinador del servicio de inteligencia, Bernd Schmidbauer, así aparece en un reciente comunicado interno del ELN, tiene la llave para la paz en su mano.


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