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Frankfurter Allgemeine Zeitung

artículo del 21 de febrero 1998

Negociaciones regionales aceptada en Colombia / El papel de Alemania

 

miz. BOGOTÁ, 20 de febrero. Aunque en las últimas semanas se han producido fuertes enfrentamientos militares en varias partes del país entre las fuerzas armadas colombianas y el segundo mayor movimiento guerrillero, se aprecian lentos avances en las negociaciones entre el gobierno en Bogotá y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Las conversaciones con la cúpula del ELN, el grupo guerrillero de izquierdas más radical, fueron vistas en el pasado como una de las mayores dificultades en el proceso de paz en Colombia, donde desde hace ya 30 años reina la guerra civil.

Aunque es cierto que los representantes del denominado comité de paz, García Peña y Noé Ríos, y los representantes del Comando Central del ELN y la FARC no pudieron ponerse de acuerdo ni sobre un horario ni sobre las condiciones generales para la negociación, el anuncio por parte del gobierno de su disposición a conducir futuras negociaciones “a nivel regional”, a dado lugar a un cierto optimismo. En “casos concretos”, tras la propuesta presentada por el gobierno, que también parece apoyar la guerrilla en términos generales, se podrían llevar a cabo negociaciones directas entre comandantes de los frentes guerrilleros regionales y representantes de los gobernadores de las provincias. Sin embargo, el gobierno del presidente Samper se reserva el derecho de examinar “caso por caso” estas negociaciones regionales y, en caso necesario, conceder una orden de negociación con límite de tiempo, se dice en la capital colombiana. A pesar de estos progresos, las perspectivas actuales de finalización del largo conflicto en Colombia, en el que están implicados también, además del gobierno, el ejército y la guerrilla, los cárteles de la droga, cientos de grupos paramilitares y muchas organizaciones mafiosas violentas que operan en todo el país, son escasas.

Entretanto, la participación alemana en el proceso de paz en este país latinoamericano está de vuelta en conversación. El vicepresidente del Bundestag alemán, Klose (SPD), mencionó en un viaje a varias ciudades colombianas a finales de enero que Alemania tiene un “gran interés en una pacificación en Colombia”. Si esto (la mediación alemana), es deseado por parte colombiana, Alemania podría actuar, dijo Klose. Recientemente, se han dado a conocer informaciones respecto a las propuestas de paz del ELN. Sobre las que Klose fue informado también durante su estancia en Colombia. Alemania suspendió sus intentos de mediación entre el gobierno y el ELN hace ya más de medio año cuando dejaron de existir las condiciones necesarias, en opinión de Bonn, para continuar las negociaciones. Entre los puntos, que fueron redactados durante las últimas semanas en el congreso nacional del ELN y que fueron hechos público recientemente en Medellín (el documento está en manos de una autoridad que interviene en defensa de los derechos humanos en el gobierno central), se encuentran el reconocimiento del ELN como fuerza política y la propuesta de designar Alemania como mediadora oficial. El ELN está dispuesto, así está escrito en el documento, a firmar un armisticio general con el gobierno colombiano – con Alemania como única mediadora.

 

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