Werner Mauss in der Internationalen Presse  

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La razón para este sitio web: aclarar la desinformación divulgada

Der Spiegel

 


En la red de Monsieur - de Andreas Ulrich

Semanal "Der Spiegel", Nro. 26/2000,  pág. 71, 72 y 73.

Después de que en una construcción antigua se encontraran varios kilos de joyas, se pudo aclarar en Alemania unos de los delitos más espectaculares – la novela policíaca y millonaria en torno al joyero Düe.

En teoría es un hombre pobre, digno de lástima, sin embargo, esto no significa que no tenga para vivir. La maravillosa y estilizada casa en que René Düe vive pertenece a su hermana, el Mercedes SL, que conduce es prestado. El antiguo joyero de los ricos, proveniente de Hannover, vive retirado en la isla de los alemanes famosos y disfruta del lujo gracias a la bondad de sus amigos, ya que Düe, 54 años de edad, oficialmente no puede poseer bienes por razones jurídicas.

En un asalto a su negocio en Hannover en 1981, que hasta ahora no ha sido aclarado, desaparecieron joyas, oro y relojes por un valor superior a 13 millones de marcos, que en su mayoría no le pertenecían a él. Y sus dueños querían recobrar sus joyas.

Debido a que Düe fue quien abrió la puerta a los delincuentes, la caja fuerte estaba abierta y debido a que después entregó al agente privado Werner Mauss, 60 años de edad, algunas de las piezas que habían sido registradas como robadas, el seguro rechazó exitosamente el pago de los daños. El agente y la aseguradora creen, que Düe mismo fue quien simuló el asalto.

Ahora, 19 años más tarde, se podría aclarar el caso -11 paquetes con joyas del botín, con un peso total de 10,8 kilogramos, aparecieron por casualidad el martes de la semana pasada y estaban escondidos en un antiguo negocio de la familia Düe.

Con esto sale nuevamente a la luz del día uno de los casos más espectaculares de la historiapolicíaca alemana. Vuelven a resurgir problemas anteriores ya tratados.Se trata de policías ambiciosos y métodos ilegales de investigación. Al final se encontrabapuesto en prueba el Estado de derecho ante una comisión investigadora del parlamento de la Baja Sajonia. Algunos de los involucrados sufren hasta el día de hoy bajo lasconsecuencias.

La novela policíaca comenzó el 31 de octubre de 1981: un cartero que deseaba entregar envíos con valor declarado, encontró a Düe desmayado en el suelo, en su lujosa joyería. Él tenía en la cabeza una herida que sangraba, de la boca corría vómito. La madre de Düe acuclillada y amordazada y totalmente angustiada en el piso de arriba. La caja fuerte estaba abierta y faltaba su contenido. El daño: 13'665.962 marcos.

Por medio de anuncios en el periódico y tarjetas postales, Düe había organizado ese díapara sus clientes una exposición de piezas exclusivas. Pero antes de abrir, poco después delas 9, timbraron a la puerta dos hombres elegantemente vestidos, con maletas de piloto; tenían apariencia meridional, recordaban posteriormente dos testigos. Según Düe, él abrió, porque estaba esperando a un amigo de negocios.

Los dos hombres golpearon a Düe de una forma brutal. El joyero permaneció dos semanas en el hospital. El botín constaba sobre todo de mercancía a comisión, también se encontraban algunas piezas de propiedad privada, por un valor de aproximadamente medio millón de marcos. Para esta exposición, Düe había elevado la póliza en la aseguradora "Mannheimer". Según Düe, se encontraba en ese momento la cámara de vigilancia apagada yl a caja fuerte abierta debido a los preparativos para la exposición.

Pero desde un comienzo el investigador y la aseguradora no le creyeron del todo. Rápidamente Düe, que ya había sido una vez asaltado y robado, cayó en la sospecha de haber fingido el asalto. La aseguradora rehusó pagar los daños. Primeramente habría que esperar el fin de las investigaciones. Düe se vio fuertemente presionado. Y la policía no encontraba ninguna señal de los ladrones. Aquí entra Werner Mauss en escena.

Mauss era en aquel entonces un fantasma, el agente más secreto de Alemania, un empleado civil de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA). Casi nadie podía saber como era su apariencia física.Mauss dijo: La policía en Hannover buscó ayuda de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA). El agente alemán de más éxito, quien sostenía haber capturado 2000 delincuentes, comenzó en los años 60 a infiltrarse en grupos terroristas y de delincuencia. Los que sabían de su trabajo lo denominaban con respeto en aquel entonces “Institución M”. 1976 capturó en Grecia por encargo de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) en aquel entonces al buscado terrorista Rolf Pohle, antes de esto había recuperado en su mayor parte el tesoro de la catedral de Colonia y capturado los infractores. El poseía varios documentos de identidad con nombres diferentes y hacia feliz a los policías llevándolos en sus viajes de trabajo por medio mundo.  La aseguradora pagaba los viáticos, pero nunca recibió pago a destajos, dijo Mauss."Yo nunca hice esta clase de trabajos de doble faz”. Esto hubiese perjudicado la relacióncon los policías con los que trabajaba conjuntamente. Mauss se hizo cargo del caso complicado. „Yo pedí que me dieran unos días para pensarlo y que me enviaran el acta. „La Cosa me atrajo“ dijo él. El detective comenzó a tejer una red, en la que él mismo después se enredó. El caso Düe terminó para Mauss por esto en una catástrofe, porque su identidad fue desenmascarada y quedó con la fama de utilizar métodos dudosos.Sus trucos fueron criticados de forma pública por la comisión de investigación ante el parlamento de la Baja Sajonia. El órgano instructor tuvo que dejarse reprochar, que no fueron ellos quienes instruyeron a Mauss, sino viceversa.En la cuenta privada del investigador apareció dinero de las aseguradora Mannheimer, con el que éste financiaba sus viajes de trabajo. Luego apareció incluso una foto suya. Su mito perdió credibilidad, su trabajo de doble faz, se hizo más difícil.

Cuando él años después fue encarcelado durante meses en Colombia, sus adversarios se alegraron y decían: por fin recibe el castigo merecido. La acusación: rescatar rehenes de los guerrilleros sin conocimiento del gobierno. Sin embargo, la Justicia de Colombia, en mayo de 1998, declaró a Mauss libre de toda acusación.

En aquel entonces, Mauss empezó en Hannover sin preocupación alguna. A través de intermediarios enviados al entorno del joyero, Mauss fue presentado a éste (Düe) como“Claude”, representante de un hombre adinerado con la intención de invertir dinero; para quien Düe debería abrir una joyería en el mejor punto de Hamburgo, por ser la persona más adecuada para ello. Dejar las pequeñeces y dedicarse a lo grande.

Se reunían casi siempre en el extranjero. Mauss, alias "Claude", utilizó trucos en sus diversos encuentros, con el fin de seguir la pista del joyero. El agente había infiltrado micrófonos en carros y en la habitación del hotel, según recuerda un investigador; jueces alemanes firmaron solicitudes para controlar (espiar) los teléfonos en el entorno de Düe: sin embargo, el joyero no dijo nunca nada que lo comprometiese como infractor.

Hacia el verano de 1982 “Claude” contrató un yate a motor en la Costa Azul para Düe y sus personas de confianza y los envió al Mar Mediterráneo. El yate estaba lógicamente infiltrado con micrófonos. Y en otro barco, que los seguía disimuladamente, se encontraban policías franceses y alemanes. Pero la calidad de transferencia era mala, apenas se podía entender una que otra palabra.

Poco tiempo después, en agosto de 1982, después de investigaciones de largos meses y “de las medidas de confianza que se tomaron”, mordieron el anzuelo. Düe envió a su presunto socio "Claude" una maleta con 15 joyas valiosas, escondidas entre toallas, al Hotel Columbus en Bremen. Cada una de ellas, había sido anteriormente denunciada como robada, Mauss dijo, que Düe le había propuesto, llevarlas donde un encubridor a New York.

Las piezas deberían ser decomisadas por la policía, que había recibido previamente pistas, con el fin de incriminar con esta maniobra a un suministrador neo yorquino. Así se podría recuperar la reputación de Düe, que estaba en peligro, hacer plausible el robo y obligar a laaseguradora a pagar.

El caso parecía claro, el juez expidió una orden de captura contra Düe. La Audiencia provincial de Hannover lo condenó a 7 años de prisión el cuatro de enero de 1984 por simulación de un delito, intento de estafa y desfalco.

Todo se veía como si Mauss hubiese dado. No tenía mala consiencia por las infitraciones: "Todo esto ya había sido acordado con lafiscalía“. Sin el “apoyo logístico“ de las autoridades él no habría podido indagar de esta manera. Los recuerdos de Düe son muy diferentes. Mauss había insistido desde el comienzo arreglar rápidamente las cosas con la aseguradora, para que se pudiesen ocupar del negocio nuevo en plan. Fue la idea del detective, desplazar las joyas donde el encubridor. Mauss había incluso insistido en elaborar piezas de acuerdo a fotos para enviárselas al encubridor. Por último encontró Düe por casualidad él mismo en su taller las piezas robadas, donde se encontraban supuestamente para ser reparadas.

Hasta el día de hoy Düe no pronuncia elnombre Mauss, él lo nombra “Monsieur”, de lo contrario me aparece un sabor horrible en la boca", dice Düe.

Después de la primera sentencia, el joyero estuvo detenido 870 días. El 13 de marzo de 1989 en una reapertura del proceso ante la Audiencia Provincial de Brunswick, el abogado de Hannover Elmar Brehm logró una segunda sentencia sensacional: Absolución para Düe.

El juzgado le creyó al joyero. Las joyas supuestamente robadas que Düe le hizo llegar a Mauss, carecen de importancia como prueba, ya que Mauss obtuvo la mercancía robada mediante métodos ilegales.

“Nosotros ayudamos en aquel entonces al Estado de Derecho a vencer”´, dijo hoy Brehm. Brehm luchó por convencimiento político para Düe, se trataba de una lucha contra un estado policial e investigadores que se pasan de la raya. El abogado es todavía de esta convicción.

Brehm ahora tiene un problema, como todos aquellos que en aquel entonces estaban a favor de Düe y maldecían a Mauss. Jurídicamente Düe es inocente, como ningún otro puede ser. El recibió del Estado de la Baja Sajonia por la supuesta injusticia que experimentó 2,5 millones de marcos. Pero que las joyas ahora fuesen encontradas en una antigua casa de Düe, no está bien visto.

Luego se rehabilita injustamente a Mauss y toda la problemática de aquel entonces se remueve a un segundo plano", teme Brehm, con justa razón.

Porque podría ser que Mauss el supuesto malvado, iba por buen camino (hubiese acertado).

Otra vez: obreros encontraron las joyas envueltas en forma cuidadosa en el techo de una joyería pequeña localizada entre el bar "Kalauer" y el salón de té “Teestübchen” en Ballhof en Hannover.

El negocio lo tomó el joyero Horst Ackermann en 1985 de su jefe Friedrich Düe, padre de René Düe, quien administró el negocio hasta hace poco y murió en 1990. La casa idílica cubierta de vid es ahora reformada por su nuevo propietario, las paredes fueron derribadas y nuevamente revocadas, el piso fue restaurado.

Inmediatamente después de haber hecho el hallazgo, los jóvenes joyeros Ackermann solicitaron ayuda del abogado Martin Fett de Hildesheim. A ellos les fue claro de inmediato, que el tesoro tenía que ser proveniente del caso Düe y ellos temían una mala reiniciación de su negocio.

Los 11 paquetes estaban envueltos cuidadosamente con una cinta marrón. El abogado Fett abrió uno de ellos, contó 163 anillos en cuyas etiquetas de precio se encontraba escrito “Joyero Düe” . El abogado llevó los paquetes al próximo puesto de policía. El joven funcionario en el mostrador no sabía primeramente que hacer con ese hallazgo millonario, pero un colega veterano sabía de qué se trataba. Ahora las joyas se encuentran en la Oficina Nacional de Investigación Criminal.

Desde el aspecto jurídico-penal el joyero tiene muy poco que temer. Düe salió absuelto de todas las acusaciones, con una sentencia válida, esto lo sabía también Thomas Klinge de la fiscalía de Hannover. A Düe ya ni siquiera se le puede considerar sospechoso. “Nosotros no estamos indagando contra Düe, sino contra un desconocido por robo, dijo Klinge.

Esta es la única posibilidad de tratar el caso. Y de esta forma los testigos son interrogados y en los objetos hallados se buscan huellas digitales. Muy concienzudamente, con guantes y pinzas, los especialistas de la Oficina Nacional de Investigación Criminal retiraron las cintas pegantes de los once cofres de envío en los que estaban envueltas las joyas.

Ellos esperan, que el infractor haya dejado cabellos ó partículas de la piel en la cinta pegante que permitiría realizar un análisis de DNA y obtener así una huella digital genética.

Si no se deja demostrar el robo, entonces la fiscalía tendrá que comunicar que no se habría encontrado ningún indicio nuevo.

En esto hay todavía un rastro que va hasta Turquía, a Estambul. Allí se encontró en 1992 en aquel entonces Aydin Y. de 34 años de edad quien fue condenado por homicidio a una pena privativa de libertad de 17 años. El turco mató a su compañero Nevzat A., con el que pasó unos años en Hannover. Estranguló a su víctima en la habitación de un hotel y después le cosió la boca con un hilo grueso. El castigo preferido por la mafia para castigar a la gente (soplones) que “canta”. Al comienzo del proceso, Aydin Y. confesó que René Düe le había encargado matar a su compañero, para así hacerlo callar.

Así narra el diario "Hurriyet": El joyero los había forzado a asaltar su negocio. Sin embargo, Düe no pagó y su compañero quería delatar al hombre de Hannover (Düe). Por el asesinato recibiría (Aydin Y.) 225.000 marcos.

Aydin Cosar, el abogado de la familia del asesinado, aclaró que los funcionarios alemanes no habían querido seguir la pista y para hacer una acusación en Estambul, las pruebas eran muy débiles. Fuera de esto, el asesino se había retractado durante el proceso de esta parte de la declaración en que incriminaba a Düe.

El joyero Düe, que en pocas semanas quiere abrir una nueva joyería bajo el nombre Dué, en Keitum, un sitio noble y estilizado, con la ayuda financiera de amigos. Düe se queda con su versión de la historia, que todo es una calumnia, la telaraña de “Monsieur”. Yo me enteré el viernes después de que aparecieran las joyas y yo estaba muy contento, que el caso finalmente logre aclararse y mi inocencia pueda ser demostrada, dijo Düe. Pero poco después desconfía, sus viejos miedos reaparecen, se queja (Düe). ¿Está detrás de este hallazgo otra vez el sistema de “Monsieur”?, ¿es esto una nueva intriga?, o una sospecha inimaginable, ¿podría ser que su viejo padre tuvo algo que ver con el asalto?

Pero esto sería realmente una sospecha inimaginable de verdad.

 

 

 

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